Los rostros de Beethoven

Uno de los retratos más conocido del compositor nacido en Bonn.

(por Lino Rodríguez Castillo)

Beethoven nació en el año 1770 en Bonn, actualmente Alemania y vivió casi toda su vida profesional en Viena, actual capital de Austria, en ese momento sede del gobierno Habsburgo. Durante su vida, Viena fue una de las ciudades más importantes y prestigiosas de Europa, sobre todo después del Congreso del año 1814, realizado por todos los países de la Sexta Coalición contra Napoleón Bonaparte y Francia. La vida musical de aquella época fue la principal del continente: solo pensar que Mozart, Haydn, Schubert y el mismo Beethoven, entre otros grandes músicos, vivieron allí nos deja en claro la importancia de este arte. Luego los Strauss, Brahms y, al finalizar el siglo, Mahler y otros más.

Sin embargo, en la pintura no ocurre lo mismo. No es que no hayan existido artistas de gran renombre en Viena, pero, comparados con sus coetáneos ingleses (Constable, Turner y Blake, por ejemplo), españoles (Goya) o franceses (David, Ingres, Gerard) son menos conocidos. Hasta el alemán Caspar Friedrich, también contemporáneo de los anteriores, ha alcanzado mayor difusión en estos últimos años.

En Viena se realizaron muchos retratos de los más importantes músicos. Poseemos retratos de Haydn realizados por los austriacos Ludwig Guttenbrunn y Johann Zitterer (y otros más hechos en Inglaterra, durante su viaje triunfal, realizados por Thomas Hardy y por John Hoppner). El maestro de Beethoven, el inefable Antonio Salieri, también tiene un conocido retrato realizado por Joseph Willibrord Mahler, quien retrataría también al maestro de Bonn. Tenemos la suerte que del periodo Barroco, por lo menos existiera un solo retrato de la mayoría de compositores: Bach, Vivaldi, Corelli, los Scarlatti, Purcell. De todos ellos, el único que posee más de uno es Handel, quizás por su labor como músico principal en Londres. De Mozart tampoco hay muchos retratos. Los pocos auténticos que se poseen (Pietro Lorenzoni, Barbara Krafft, el del cuñado Joseph Lange) son imágenes inmortales y conocidas, pero no pasa lo mismo con sus autores.

Beethoven a los 13 años realizado en Bonn por un pintor anónimo.

Beethoven fue una estrella y un personaje importante en Viena. Además tenía amistades muy influyentes dentro de la corte. No es novedad que haya sido retratado en varias oportunidades en la ciudad. Existe un supuesto retrato de un niño Beethoven a los 13 años realizado en Bonn por un pintor anónimo, actualmente expuesto en el Museo de Historia y Arte de Viena.

A continuación, pasaremos a ver algunas de estas icónicas imágenes. Uno de los más conocidos es el de Beethoven joven, recién afincado en Viena, realizado por Carl Traugott Riedel (1769 – 1832), en el año 1801 cuando el músico tenía 31 años. Este se encuentra en la casa-museo del músico en Bonn. Riedel es un pintor sobre todo de grabados, contemporáneo de Beethoven. Existen algunas copias de esta obra, incluso algunos autores piensan que la supuesta imagen de Riedel es una copia de un original solo a blanco y negro. Sea como fuese es la primera imagen legendaria del músico. 

En esta época ya se habían compuesto la sinfonía N°1, los dos primeros conciertos para piano, y las conocidas sonatas para piano “Patética” y “Claro de Luna”, en otras palabras, el músico era ya una personalidad reconocida, pero el modelo del cuadro parece más joven; quizás se trate, entonces, de un retrato idealizado, pero no con el modelo posando, como sí ocurrirá en otras imágenes.

El músico alemán a la edad de 31 años. 

El siguiente retrato importante sería el del miniaturista danés Christian Horneman (1765 – 1844), el cual fue realizado en marfil en el año 1803. Este sería, con toda seguridad, el primer retrato posado de Beethoven. Hoy se encuentra en la sala Bodmer del Museo-Casa de Beethoven en Bonn.

Este sería el primer retrato posado de Beethoven.

Posiblemente uno de los mejores retratos del maestro sea el realizado por Joseph W. Mahler (1778 – 1860), entre el año 1804 y el año 1805, y que se encuentra en el Museo de Historia de Viena. Mahler, retratista reconocido en la capital, pintaría a Beethoven nuevamente en el año 1815. En ese momento se habían terminado la sinfonía N° 3, “Heroica”, la sonata para violín y piano “Kreutzer” y el concierto Triple. Mahler fue amigo de Beethoven y estuvo presente en los ensayos de “Leonora” (la futura ópera Fidelio).

Algunos autores sugieren que el retrato contiene mensajes ocultos sobre la, ya manifiesta, sordera del músico. El instrumento que acompaña a Beethoven es una lira-guitarra, muy raro de encontrar en el repertorio de los compositores de ese entonces. El cuadro estuvo en casa de la viuda del hermano de Beethoven, Karl, y el mismo Beethoven tuvo una copia del mismo siempre.

 Este extraño retrato del músico con un instrumento se encuentra actualmente en Nueva York.

No nos podemos olvidar del retrato hecho por Isidor Neugass, realizado en el año 1806, también en la casa-museo en Bonn, y del cual existen algunas copias y el que está en la Scala de Milán, de autor anónimo. Estas imágenes fueron realizadas en la época de mayor triunfo de Beethoven: la composición de las sinfonías N° 5 y N° 6, la obertura Coriolano, el concierto para violín, el concierto “Emperador”, la fantasía Coral. Este último está basado en un grabado realizado por el francés Louis Letronne (1790 – 1842) que fue muy popular en su época y que está en la Biblioteca Nacional de París. También está el realizado por Johann Christoph Heckel (1792 – 1858) que se encuentra en la Biblioteca del Congreso en Washington, realizado en el año 1815.

Retrato realizado por Isidor Neugass expuesto en la casa-museo de Bonn.

Anónimo retrato de Beethoven expuesto en la Scala de Milán.

Cuadro pintado por J. C. Heckel, se encuentra en la Biblioteca del congreso en Washington. 

También en el año 1815, Joseph W. Mahler realizó  otros dos retratos de Beethoven. En realidad son dos versiones. La original es la que se encuentra en la Gesellschaft der Musikfreunde en Viena, que tiene varias copias y la otra versión también está en varios museos y colecciones particulares. En esta época Beethoven ya era considerado sordo y no daba conciertos al piano. Ya había compuesto ocho sinfonías y todos sus conciertos. Estaba por pasar su opus N° 100, y le quedaba aún sus últimas sonatas y cuartetos, y la Novena sinfonía.

Se realizaron dos versiones del retrato de Beethoven.

La versión original de este retrato se encuentra en Viena.

Ferdinand Schimon (1797 – 1852) realizó uno de los retratos más conocidos del maestro, entre el año 1818 y el año 1819. El original también se encuentra en la casa-museo de Bonn. Schimon también hizo un correcto retrato de Carl Marie von Weber, músico que comenzaba su extraordinaria carrera. No olvidemos que en el año 1812 ya se había realizado una mascarilla de cera, lo cual era muy común en esa época. Existió una de Mozart, que desgraciadamente se ha perdido. Otros músicos también se hicieron estas mascarillas. La de Beethoven fue realizada por Franz Klein.

Retrato del maestro de Bonn hecho por Schimon entre el año 1818 y el año 1819.

Retrato - mascarilla del compositor hecho por F. Klein.

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Definitivamente el retrato más famoso e imitado de Beethoven fue el realizado por Joseph Karl Stieler en el año 1820 y que también está en la casa-museo de Bonn. Stieler (1781 – 1858) era alemán (trabajaba en la corte de Baviera) y había viajado a Viena a realizar un retrato del emperador Francisco en el año 1816 y aprovechó para realizar el de Beethoven, aunque éste lo terminó tiempo después, seguramente algo idealizado. 

La imagen del músico, concentrado mientras va escribiendo en sus partituras, con el cabello, cual melena gris y la bufanda roja, sobre un fondo de plantas y árboles, le dan una trascendencia que ha hecho que todo el mundo reconozca en esta imagen al músico alemán. Interesante que la partitura diga “Missa solemnis en re”, obra comenzada en el año 1819 pero que recién sería completada en el año 1824, al mismo tiempo que la Novena sinfonía.

El retrato más famoso e imitado de Beethoven realizado por Stieler.

La última imagen de Beethoven en vida es el dramático retrato realizado en el año 1823 por Ferdinand Georg Waldmüller (1793 – 1865) también conservado en la casa-museo de Bonn. Aquí vemos a un Beethoven severo, como alejado de la realidad, mirando con recelo al mundo que no puede escuchar. El compositor ya estaba totalmente sordo. Es la época de la Novena sinfonía y de los últimos cuartetos. El compositor moriría en Viena el 26 de marzo del año 1827 a los 56 años, posiblemente de insuficiencia hepática. Más de 20. 000 personas fueron a su entierro.

Nos ha llegado toda su música, casi todas obras maestras y universales. También tenemos su rostro: concentrado, meditabundo, desconfiado, casi nunca alegre. Al morir , dice su discípulo Huttenbrenner “Permaneció tumbado, sin conocimiento, desde las tres de la tarde hasta las cinco pasadas. De repente hubo un relámpago, acompañado de un violento trueno, y la habitación del moribundo quedó iluminada por una luz cegadora. 

Retrato dramático del famoso compositor alemán pintado por Waldmuller.

Tras ese repentino fenómeno, Beethoven abrió los ojos, levantó la mano derecha, con el puño cerrado, y una expresión amenazadora, como si tratara de decir: «¡Potencias hostiles, os desafío!, ¡Marchaos! ¡Dios está conmigo!» o como si estuviera dispuesto a gritar, cual un jefe valeroso a sus tropas «¡Valor, soldados! ¡Confianza! ¡La victoria es nuestra!». Cuando dejó caer de nuevo la mano sobre la cama, los ojos estaban ya cerrados. Yo le sostenía la cabeza con mi mano derecha, mientras mi izquierda reposaba sobre su pecho. Ya no pude sentir el hálito de su respiración; el corazón había dejado de latir”.

Gary Oldman, interpretando a Beethoven en la pelicula “Amada Inmortal”.

Este artículo fue escrito escuchando música del gran maestro alemán, en el puente entre el cambio del movimiento lento al Rondo del concierto para piano N° 5, “Emperador”, que coincide a su vez con la última escena de “Amada Inmortal” la gran película de Bernard Rose del año 1994, en la cual el gran actor Gary Oldman interpretó al músico. Gran final. Todos siempre recordaremos al Beethoven que más nos guste.